Conversaciones en el camino

Partí de Arequipa el domingo 27 de Julio por la mañana antes de fiestas patrias. Un viaje como muchos otros. Sin embargo, me encontré en el aeropuerto con un viejo amigo, Fernandito, con quien no conversaba casi desde que estábamos ambos en el colegio. Nos actualizamos de las cosas que pasaron en nuestras vidas, hablamos de La Velada del Año, de historias con sus amigos, historias mías, historias del pasado. Estábamos en el mismo vuelo. Él iba Piura en un vuelo de conexión, yo me dirigía a Lima para estar ahí algo de tres días antes de partir a Miami por una rotación por la Universidad de Miami.

Nos despedimos al llegar a Lima y me dirigí al departamento de mis tíos para encontrarme con mi tío y mi prima para dejar mi maleta ahí, ya que estaría más segura. Conversamos largo rato con mi prima, hablamos de cosas de arte, le conté sobre musicales (de esos que descubrí gracias a mi enamorada) y ella me contó sobre grupos musicales que no conocía. Me habló del grupo “Cometa a la Deriva”, un grupo peruano. Sacó un disco firmado por ellos y lo puso en el reproductor de música, escuchamos algunas canciones en silencio y luego continuamos conversando con otras canciones de fondo. Me gustaron varias de sus canciones. Luego terminamos escuchando más canciones de grupos musicales peruanos, como la canción “No Tengo Amigos” del grupo arequipeño “380” que me pareció muy divertida. De tanto conversar se hizo la hora del almuerzo y fuimos a comer con ella y mi tío.

Luego de almorzar nos despedimos y fui al hospedaje en donde me estaba quedando. El día siguiente era 28 de julio, fiestas del Perú. La verdad no hice mucho, fui a caminar un poco, compré algunas cosas para esos días y me encontré nuevamente con mi tío y mi prima para almorzar. Al terminar mi tío tuvo la idea de que acompañe a mi prima a Barranco a ver un festival de música y de arte. Eso hice y la verdad fue muy divertido volver a visitar lugares del pasado.

Dejando cosas atrás

Durante mis días en Lima no llegué a encontrarme con nadie. Mi idea inicial era poder encontrarme con personas que estaban allá y que no veía desde hace tiempo, como algunos compañeros que estaban iniciando su residentado médico que son de Arequipa u otros que eran compañeros míos en el internado. Sin embargo, no pude ponerme de acuerdo con alguno, unos incluso habían ido a Arequipa o a otros lugares por fiestas patrias y otros estaban ocupados con temas familiares. Por mi parte, también estaba ocupado con algunas cosas, como terminar unos pendientes. Además, también tenía ese sentimiento extraño de querer comenzar de cero nuevamente. Irme de Arequipa otra vez y tener la sensación de dejar todo atrás. Sin embargo, en esta ocasión las cosas fueron diferentes, realmente hay muchas cosas que ahora no quiero dejar atrás, porque las valoro mucho y no las quiero perder.

Y así es como terminaron los mis días por allá. Partí en la madrugada del miércoles 30 de julio rumbo a El Salvador primero y luego rumbo a Miami.

Sentado en el aeropuerto, ya son más de las doce. No tengo seguridad de cuándo podré comunicarme de nuevo, avisarle a alguien de mi paradero. Si llegué bien, si ocurrió un problema.

Ya lo sabía de antemano, pero sentir que elegí un camino solitario resulta ahora más evidente. Creo estar preparado, pero, como es habitual en mí, siento que nuevamente dejo mi corazón de lado.

Podría rendirme, me siento cansado. Sin embargo, siento una extraña necesidad de dejar algún rastro.

— Daniel Medina (fragmento de poema escrito en el aeropuerto antes de partir de Lima).

Pisando Miami

Llegué a un lugar completamente nuevo, no comprendía cómo funcionaban las cosas y me sentía un poco perdido. Era una sensación un poco surrealista estar solo en un mundo nuevo. No tenía internet ni forma de comunicarme. Tampoco sabía cómo salir del aeropuerto o cómo usar el medio de transporte. Después de intentar obtener información sin éxito, compré de una un ticket para transporte de una máquina sin tener idea de haber hecho lo correcto o conocer el funcionamiento del ticket. Muchas cosas aquí están automatizadas y no había alguien cerca que pudiera orientarme. Por suerte pude aprender por mi cuenta. Tomé un bus y guiado por un mapa que había descargado de antemano llegué a un AT&T cercano para poder tener acceso a internet y realizar llamadas. Escribí desde mi nuevo número a algunas personas que sabía que estaban esperando, como mi familia y mi enamorada. Luego de cumplir mi primer objetivo con éxito, procedí a dirigirme al lugar donde estaría viviendo durante mi primer mes aquí.

Llegué luego de un par de buses y algunas caminatas. Pude conocer superficialmente la ciudad durante el trayecto. Me pareció una ciudad grande, pero no tan grande; con edificios altos, pero no tan altos; una ciudad tropical con un clima caluroso. Sin embargo, no se sentía tan distinta o tan extraña. Había muchas personas que hablaban español y me sentía algo acogido al saber que habían muchas personas como yo que venían de otros lugares.

Al llegar estuve ordenando mis cosas y así pasó la hora. El mismo día un poco más tarde llegó mi compañero de departamento y pudimos conversar un rato. Nos conocimos hablando de nosotros y del camino nos trajo hasta el mismo sitio por un momento. Recuerdo que mencionó que se sentía a veces un “bicho raro” por el camino que había elegido y que al juntarse con otros bichos raros pues la situación se sentía menos rara. Me dejó pensativo.

Primeros días

Paso el día y al siguiente fuimos temprano a la orientación del programa. Nos encontramos con personas de diferentes partes del mundo, como India, Brasil, España, Ecuador, Colombia, Perú y otros lugares. Pude interactuar con varios e intercambiar números con algunos. En la orientación nos dijeron las reglas y cómo funcionaban las cosas. Sinceramente, daba un poco de miedo estar en esa situación, se seguía sintiendo surrealista, pero ya había comenzado esta experiencia nueva. Terminó la orientación y tuvimos que completar otros trámites, como las fotos para la ID card de la universidad y el hospital (Jackson Memorial Hospital). Aproveché también para caminar por distintos lugares del centro hospitalario universitario, conocer aquellos sitios en los que iba a estar.

Me acosté temprano, estaba cansado, al día siguiente fui por primera vez al lugar donde estaría rotando, en Cardiology Consults. Conocí a la residente (PGY-2) de medicina interna y al fellow de cardiología (PGY-5). Fue un día corto, no tenía acceso al sistema aún, así que me dijeron que no podía hacer mucho y que regresara el lunes. Tenía el fin de semana para hacer otras cosas, tiempo que realmente necesitaba.

Durante el fin de semana pude descubrir buenos lugares para comprar comida, como algunos “Produce” donde vendían fruta a buen precio o Walmart, que vende otras cosas a precios razonables. Pude aprender a usar las lavadoras automáticas de la lavandería, entre otras cosas. Fui también a comprarme zapatillas, pues necesitaba otro par, puesto que solo tenía uno y pensaba realizar ejercicio. Incluso me dio tiempo para ir el domingo por la tarde a Miami Beach. Me tomé algunas fotos, me senté en la arena, caminé por la playa, me metí al mar. Recuerdo encontrarme flotando en medio del mar solo y mirando al cielo, contemplando también los edificios junto a la orilla. Pensaba: “¿Esto es todo?”. Y sentí una sensación extraña al darme cuenta que con tener un momento de paz, no tenía suficiente.

Sobre el hospital y medicina

Hay muchas cosas que me impactaron del hospital en el que estoy rotando (Jackson Memorial Hospital). Realmente, muchas de las cosas que puedo apreciar es mediante comparación con el hospital que más conozco, el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins. Como primera impresión, siento que no son tan diferentes en concepto. Ambos, en su mayor parte, tienen habitaciones simples o dobles con un baño en su interior. La forma en la que están distribuidas las camas también se asemeja. Sin embargo, lógicamente hay muchas diferencias significativas. Entre las cosas que me llamaron la atención (como primera impresión) se encuentran:

  • Más tecnología: mayor número de computadoras, carritos con computadoras para registrar información de enfermería, prácticamente nada en papel, cosas automáticas (ej. puertas, dispensadores), número elevado de ascensores.
  • Pisos con más movimiento: mientras enfermeras están con pacientes y los doctores están pasando visita o en interconsultas, hay otras personas limpiando o reparando cosas. Se siente que hay más personal.
  • Más señales informativas (ej. información sobre cuidados especiales para el paciente).
  • Disponibilidad de equipos de protección personal (guantes, mascarillas, gowns) y alcohol en gel: presentes en todos los pasillos y en mucha abundancia.
  • Puertas más seguras, habitaciones usualmente cerradas.
  • Pisos más pequeños (menos altos): menos cansado subir y bajar escaleras, elevadores se movilizan más rápido.
  • Premios (internos o externos): empleado del mes, libre de infecciones, etc.

En cuanto a la práctica de la medicina, no podría decir mucho aún, ya que sería muy prematuro. Hay demasiadas cosas que son nuevas para mí y la verdad es difícil brindar una figura adecuada. Lo que puedo decir es que me sorprendieron algunas personas: los attendings por su capacidad de analizar información y tomar decisiones eficientemente; los fellows por sus conocimientos. Por ejemplo, escuché cómo un fellow brindaba recomendación a un residente, mencionándole que en su primer año como fellow su objetivo era conocer todas las guías de las 10 o 20 condiciones más comunes en cardiología y para el segundo año su objetivo era conocer cada ensayo clínico que se haya realizado en esas condiciones. Sentía que estaba muy motivado aprender cosas y mejorar como médico.

Otras cosas que me sorprendieron es el sistema. El Jackson Memorial Hospital utiliza el Cerner, mientras que la Universidad de Miami usa el Epic. Realmente es muy cómodo usar cualquiera de ellos para poder revisar y registrar información de los pacientes. Tener un buen sistema es de mucha utilidad, ya que permite poder conectar la información de mejor manera. Enfermería registra las funciones vitales, los medicamentos brindados y más en el sistema; los resultados de exámenes de laboratorio y las imágenes pueden accederse del mismo sistema. A través del sistema puedes conectarte y conversar con otros médicos a cargo del cuidado de los pacientes. Todo eso hace que encontrar la información importante sea más fácil y pueda hacerse más eficientemente. También se siente que el sistema está más “vivo”, continuamente cambiando mientras salen resultados de cultivos o reportes de imágenes (sin necesidad de solicitarlos), o mientras aparecen nuevas funciones vitales.

Lógicamente, no todo es perfecto y siento que hay cosas que podrían mejorarse. Por ejemplo, no todos los hospitales o clínicas están conectados con el sistema, lo que hace que a veces la información se pierda cuando un paciente va de un lugar a otro. Si lo comparo con el Perú, siento que ese no sería un problema tan grande, puesto que las aseguradoras del SIS o EsSalud y sus organismos prestadores de servicios podrían incorporar sistemas que estén incluso más conectados. Creo incluso que poder mejorar el sistema y hacerlo más funcional no debería ser tan complicado.

Sobre la ciudad

Fuera del hospital puede adaptarme rápidamente a la ciudad. Creo que fue de gran utilidad el transporte público. Resulta que con la tarjeta de transporte uno puede acceder tanto a los buses (MetroBus) como al metro (MetroRail). Esto facilitó mucho el transporte. Pagué mi tarjeta por un mes y la uso todo el tiempo, para ir al hospital, regresar a casa, ir a comprar o pasear. De hecho, cuando fui a Miami Beach fue usando el transporte público, hasta ahora no he usado otro tipo de transporte. Antes de venir, pensé que el transporte público era malo, porque fue lo que me dijeron algunos amigos. Incluso me recomendaron que alquile un auto. Por la parte de la comida, pude encontrar algunos lugares que que tienen precios razonables. Cuando vivo solo no como mucho, así que no es algo que me preocupe demasiado. Por último, el clima sí es muy diferente al de Arequipa. Es caliente y húmedo, el aire acondicionado es totalmente necesario. También, hay mucha naturaleza, se pueden ver muchos lagartos corriendo en cada lugar en el que hay pasto, hay muchos insectos y aves, se pueden ver pollos que andan libres por algunos lugares. Incluso vi alguna iguana caminando sola en algún parque.

Cuando llegué sentía que el idioma podría ser un problema siento que mi inglés no es malo, pero estar en un lugar donde hay personas que hablan el inglés de forma nativa se siente un poco intimidante. Sin embargo, aquí no he tenido problemas por ese aspecto. Se siente que el idioma es solamente una herramienta. Todos hablan el idioma a su manera, hay muchos acentos y no todos lo hablan “bien”. Eso hace que no te sientas extraño de no hablar inglés perfectamente. Del mismo modo, se siente que el español es también una herramienta. Hay muchas personas que hablan español incluso mezclándolo con el inglés, entendiéndose perfectamente.

Sobre mí

Hasta ahora, la parte emocional ha sido la parte más difícil. Tengo tantas cosas en mi vida que me abruman. Siento que el tiempo se me pasa rápido y pronto estos meses quedarán en el pasado. Me da cierta temor no poder hacer hacer todas las cosas que me gustaría. Adicionalmente, tengo muchas dudas y siento que estas limitan mi habilidad para poder tomar las mejores decisiones. Por ejemplo, puedo decir que quiero postular a una residencia médica, pero no sé si este año o cuándo, o dónde, o cómo. Tampoco estoy seguro en qué especialidad. Tengo mucha incertidumbre y hay factores externos que también influyen significativamente.

A veces siento que estoy en un punto en el que cualquier decisión que tome traerá consigo cierto grado de arrepentimiento, pues todos los caminos conllevan grandes sacrificios, incluso si no tomo ninguna decisión.

Las cosas que pasan ahora por mi corazón y mi mente son complejas, pero siento que voy mejorando. Quizá escriba al respecto más adelante.

Un camino que requiere esfuerzo

Recuerdo que el miércoles tuvimos una conferencia en la que habló un attending que nació, creció y estudió medicina en México. Es ahora cirujano de trasplante y está trabajando por aquí. Su historia fue bastante larga, tuvo que pasar 20 años de su vida llegando a la posición en la que está luego de haberse graduado. Una historia llena de tropiezos y dificultades, pero que al final se superaron y él pudo lograr el objetivo que tenía propuesto. Sin embargo, queda la duda si realmente el camino que quiero. Justamente hablamos al respecto con un compañero que conocí ahí, Johan, de India. Me habló de las cosas en las que estaba en desacuerdo, como evitar la “Hustle mentality”, vivir libres, pertenecer al mundo, no aferrarse a nada.

Pensamientos positivos

Como mencioné, he tenido momentos en los que me he estado muy pensativo. Pero ahora que termino la semana me siento ya más tranquilo. Creo que ayudó mucho que el viernes pude conversar con una doctora de cardiología al pedirle el favor de llenarme mi ficha de evaluación semanal y que pudieran colocar algunos comentarios sobre mí para tener una recomendación por el programa. Con esta excusa aproveché también para pedir de consejo sobre la vida en general y sobre la carrera. Fue entonces que me dijo una frase que me resultó muy apropiada:

Don’t look too far ahead of yourself.

Se sintió muy personal. Sentí que muchos de los problemas que estaba experimentando con la forma en la que me sentía eran producto de intentar ver más lejos de lo que era podía o de lo que era realmente necesario. Pensé: imagina vivir pensando en qué es lo que va a pasar con tus abuelos, verlos y pensar en que van a morir pronto. Cómo podrías vivir con esa tristeza constante al verlos. ¿Acaso no sería mejor disfrutarlos mientras los tienes contigo sin pensar en eso?

¿Por qué el hecho de que las cosas terminen o tengan un final sea un impedimento de disfrutar plenamente de ellas? Sabemos que todo acaba, comenzando por nosotros mismos. Es necesario entonces aceptar y aprender a vivir con eso.

Me siento ahora más tranquilo, agradecido con lo que tengo y trabajando en el instante y en el futuro inmediato. Estoy aprendiendo a disfrutar más de esta pequeña aventura, de este camino diferente que he decidido tomar.

Creo que puedo terminar este post con una frase que vi en algún pasillo del hospital:

“Be strong, you never know who you are inspiring.”