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Amor en mi adultez

Soy irremediablemente adulto y este último año lo he sentido profundamente. No lo digo con tristeza, pero tampoco con alegría, es solamente una observación evidente de la condición en la que me encuentro. Lo menciono porque uno de los aspectos en los que esta revelación me ha resultado más evidente es en el aspecto del amor de pareja.

Expectativas

Pensé que sería al revés, cuando era niño se me hacía difícil incluso dirigirle la palabra a las personas que me parecían bonitas, conforme fui creciendo se me comenzó a hacer más sencillo todo esto. Finalmente, en estos últimos años ya me sentía más cómodo expresando mis ideas y sentimientos a las personas por las que siento algún tipo de interés. Diría que poco a poco se me hizo más sencillo esto y esto favoreció a mejorar mi capacidad de encontrar pareja. Sin embargo, este último año he sentido que cada vez se me hace más complicado.

Me gustaría decir que no me importa, pero si pienso en esto y decido escribir al respecto es porque sí me importa en cierta medida, o al menos tengo cierta curiosidad sobre el tema. Y sí me da curiosidad, porque diría que es contraintuitivo. Algunos de mis amigos me cuentan de lo sencillo que es para ellos conseguir pareja ahora que son médicos y también otras personas me llegaron a comentar que ahora debería hacerme más sencillo que nunca, dada mi edad, condición física, situación laboral, entre otros factores. Quizá insinuando indirectamente que si no es ahora no es nunca.

Y en el fondo quizá yo mismo piense que debería ser así, que debería ser más sencillo, pero no lo es, es todo lo contrario.

Color pastel

Con lo escrito hasta el momento quizá no resulte del todo claro el motivo por el cual se me haga más difícil que antes. En realidad no puedo decir que sea un motivo único, sino una serie de situaciones en conjunto y la mayoría de estas situaciones son internas, en lugar de externas. Por lo que se puede decir que soy yo el propio responsable de la condición en la que me encuentro.

En primer lugar, de cierto modo siento que el sentimiento de amor de pareja se me va haciendo indiferente, que cada vez hay menos misterio y, con ello, menos curiosidad. De alguna manera haber experimentado ya varias cosas ha hecho progresivamente que pierda cierto interés en ellas.

De niño no podía dirigir mirada o palabra a alguien que me gustaba porque la cara se me enrojecía y sentía una profunda vergüenza. Estar enamorado era para mí sentir esta fuerte reacción física involuntaria cuando me encontraba con alguien. Luego de varios desamores y diversas situaciones fui aprendiendo, acostumbrándome a actuar con más naturalidad con las personas a las que me sentía atraído. Pasó algún tiempo, mi temor de estar junto a alguien que me gustaba fue reemplazado por otros temores, como el de besar a alguien que me gustara. Me daba profunda vergüenza, pero a la vez quería poder satisfacer ese deseo de expresar mi sexualidad de esa manera. Me costó mucho y aún no he podido normalizar este comportamiento, pero es un hecho que, después de la primera vez, se esfumó en gran medida el temor, el misterio y, con ello, gran parte de la curiosidad y el deseo. Lo mismo pasó hace relativamente poco tiempo con el sexo.

Y llegamos así a mi situación actual, he tenido algunas parejas, no muchas, incluso diría que pocas para los estándares actuales. Pero las suficientes para haber experimentado también ese mismo proceso descrito. Sin duda me atraen físicamente y sexualmente varias personas, aunque no son aquellas con las que quisiera iniciar una relación. Diría que estoy enamorado de alguien y ambos sabemos los sentimientos del uno y el otro. Ella sabe que me gusta, y yo sé que yo a ella no.

Puede ser que el amor no correspondido con el paso del tiempo genere cierta apatía si no es reemplazado. Diría que es así como me siento, de alguna manera en la paleta de mis sentimientos para el amor solo tengo colores pasteles, cada vez me cuesta menos pintar con colores intensos.

Exigencias

No digo que no haya tenido la oportunidad de conocer a personas que me atrajeron. La verdad pude conocer a personas que me gustaron. Tuve algún momento de intimidad y también sentí que en más de una ocasión la atracción fue correspondida. Pero en todos los casos fue lo mismo.

Hace ya bastante tiempo escribí varios textos respecto a mis pensamientos y sentimientos sobre temas relacionados al amor y la sexualidad (link), incluso escribí algunos poemas (link). Recuerdo vívidamente que mis experiencias relacionadas a esos temas fueron principalmente dolorosas. Ahora, la verdad que sufro menos, pero es simplemente porque me importa menos.

Recuerdo que me generaba cierta angustia en su momento que mi enamorada de hace un tiempo tuvo relaciones sexuales con otras personas antes que conmigo, mientras que yo no había tenido ninguna. Me lastimaba pensar en eso porque en el fondo me importaba. Ahora estoy yo en su lugar y puedo decir que ahora me importa menos. Recuerdo haber conversado de esto con ella, de haberle mencionado que quien cede a lo que hacen los demás es el que sufre menos (al menos en el corto plazo).

Este año, algunas personas que me gustaron eran madres solteras y solo unos pocos años mayores que yo. He pensado al respecto y tengo un sentimiento parecido, quizá rechazo un poco la idea de estar con alguien que haya tenido la experiencia de tener un hijo. Es evidente que conforme vaya pasando el tiempo, esto sea una situación más recurrente y es posible que en algún momento deba decidir si aceptarlo como extraño o agregar un nuevo color pastel a mi paleta y aceptarlo como normal.

Búsqueda activa

He conversado sobre esto con algunas personas cercanas y generalmente recibo un consejo frecuente (y no solicitado): no debería preocuparme por eso ahora, solo debo ser paciente y confiar en que algún día llegará la persona indicada. Si bien agradezco la cortesía, no estoy de acuerdo con ese pensamiento.

Estoy convencido que las personas no “llegan” simplemente, uno debe activamente buscarlas, exponerse a oportunidades, elegir, confesar sentimientos, decidir amar.

Desmotivaciones

Si bien sé lo que debería hacer, ahora el tema es si eso es lo que quiero realmente. Si bien hace un tiempo tenía la idea (que considero incorrecta) de que antes de buscar una pareja debía trabajar en mí primero, terminar de estudiar, ganar dinero, comprar ropa, mejorar mi apariencia; ahora no es eso lo que me detiene. Simplemente no encuentro motivos para buscar pareja.

Y no lo digo de forma triste o resignada, soy consciente de que es perfectamente posible que ni bien termine de escribir este texto me enamore perdidamente de alguien que haga que todo lo mencionado no tenga validez inmediata alguna en mi vida personal. Simplemente menciono todo esto como una observación neutral, apática, color pastel.

No sé muy bien cómo se sienten los demás respecto a esto, a veces me gustaría salir a tomar algún jugo con alguien para hablar de este tema. Preguntarles a los demás si les ocurre lo mismo, si también su paleta del amor se está volviendo color pastel.

Tal vez sea una situación típica de la adultez, lo suficientemente importante para ameritar pensar al respecto, pero sin la urgencia necesaria que genere una acción o una emoción profunda.

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