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Internado médico: consejos de un ex-interno

El internado médico es un año que forma parte de la formación de pregrado de los estudiantes de medicina humana en varios lugares, en el Perú forma parte del último año antes de terminar el pregrado. El año pasado hice mi internado y hay algunas cosas que me gustaría compartir sobre este tema y algunos consejos personales que me daría a mí mismo si tuviera que repetir esta etapa.

Realicé un video en YouTube abordando el contenido de este post.

La vida de un interno de medicina

Contexto

Conceptualmente, durante el internado aún somos estudiantes de medicina, así que (en teoría) nuestra principal función durante el internado es aprender. Sin embargo, dependiendo del establecimiento de salud y del servicio donde estemos (ej. cirugía, medicina interna, pediatría) podemos tener funciones adicionales que, si bien son parte de nuestro aprendizaje y experiencia, pueden ser también funciones importantes en el funcionamiento de la atención hospitalaria en el área donde nos estemos desenvolviendo.

No puedo generalizar las cosas que sé y hablar como si supiera lo que ocurre en todos los lugares donde se realice el internado. Cada hospital tiene sus propias características, su propia cultura, su propia forma de trabajo, y en cada hospital la función del interno puede ser distinta. Yo realicé mi internado en el Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins y las cosas que aprendí y que compartiré son cosas que me sirvieron a mí en ese contexto. De todas maneras creo que algunas cosas pueden ser de utilidad para otros internos en otros lugares y en otros tiempos.

Mis funciones cotidianas

Las funciones que tuve como interno variaron de acuerdo al servicio en el cual estaba rotando. Durante el año en el que hice mi internado (2023) tuve cuatro rotaciones principales, cada una con diferentes características. Las realicé en el siguiente orden:

  1. Cirugía general
  2. Obstetricia
  3. Pediatría (y neonatología)
  4. Medicina interna

Si bien las funciones y la forma de trabajar variaron en cada una de las rotaciones, las funciones que personalmente creo que se repetían y las que yo consideraría como las funciones generales de un interno, y categorizadas en orden de importancia, son:

  1. Avisar de problemas y facilitar el trabajo
  2. Realizar historias clínicas
  3. Conocer y/o presentar a los pacientes
  4. Realizar o apoyar en la realización de evoluciones

Adicionalmente, hay algunas otras cosas que también se podrían considerar como funciones extras, tales como las actividades académicas, realización de procedimientos, entre otras, pero no las incluyo en la lista porque creo que no se pueden definir tan claramente y no son tan notorias como las cuatro ya mencionadas.

Avisar problemas y facilitar el trabajo

Una característica que percibí que es bastante valorada en un interno especialmente, aunque es importante para todos, es la de ser “avisadores y facilitadores”. Es importante comprender que como internos no estamos a cargo del cuidado del paciente y la responsabilidad de lo que suceda recae en alguien más. Es por eso que es importante que podamos avisar de cosas que consideremos relevantes a otras personas. Es mejor avisar de más que avisar menos. Es normal que en algunas situaciones no estemos seguros si algo es importante o no y justamente por eso es que nos sirve avisar. Con la práctica, poco a poco nos vamos dando cuenta en qué situaciones es adecuado tomar una medida pasiva o en qué situaciones es oportuno tomar una medida más agresiva ante algún problema (ej. algún dolor torácico o dolor abdominal). También, a veces recibimos alguna información importante que no debemos olvidarnos de comunicar. Por ejemplo, si alguna enfermera nos reporta fiebre en algún paciente, o si algún especialista que vino por una interconsulta de algún paciente nos dejó algun sugerencia para el manejo.

Además de ser buenos avisando, es también bueno ser facilitadores del trabajo. Esto quiere decir, en primer lugar, no afectar negativamente el trabajo. Si hay algo que no sabemos y que es importante, es mejor decir que no sabemos a que decir algo que es mentira. Si no sabemos realizar un procedimiento, es mejor no hacerlo y pedir ayuda que hacerlo mal.

Antes de sumar, aprendamos a no restar.

En segundo lugar, facilitar el trabajo comprende realizar roles que sumen al trabajo del equipo. En muchos casos nos dirán qué hacer y cómo podemos ayudar, pero en muchas situaciones también somos nosotros los que podemos detectar cómo podemos aportar al grupo. Esto incluye cosas como estar atentos a que haya papel suficiente para imprimir las recetas necesarias o revisar las fechas de las citas de algunos procedimientos o exámenes imagenológicos de los pacientes para tenerlos listos durante la visita. Puede ser básicamente cualquier cosa en la cual podamos contribuir de forma eficiente y que sume al trabajo realizado.

Historias clínicas

Otra función típica del interno es la de realizar historias clínicas. Incluso es habitual que sea el interno el encargado de realizarlas.

Realizar una buena historia clínica es algo bastante valorado por algunas especialidades, especialmente las especialidades clínicas y también es un buen ejercicio para obtener información de los pacientes, habilidad que es de gran utilidad más adelante en nuestra función como médicos.

Cada institución tiene sus propios formatos de historias clínicas, pero las partes de las mismas son similares. Considero que más importante que el formato es la capacidad de extraer la información más importante.

Orden

Es muy común, especialmente al comienzo, que luego de realizar nuestra entrevista al paciente y despedirnos nos damos cuenta de que hay información que nos falta y nos vemos obligados a volver a preguntar más cosas posteriormente. Idealmente eso no debería pasar, pero es inevitable que nos pase algunas veces. Para reducir la probabilidad de que nos olvidemos de preguntar algunas es importante mantener el orden. Debemos tener una estructura para realizar las preguntas, así como una estructura para realizar el examen físico, y debemos respetar esta estructura para que no se nos pasen cosas.

Por ejemplo, podemos seguir el formato brindado para realizar las preguntas correspondientes de forma estructurada, también preguntar adicionalmente algunas cosas importantes para la enfermedad a estudiar. En cuanto al examen físico, podemos ir de cabeza a pies pensando también en los sistemas del cuerpo humano mientras vamos realizando la evaluación e incluso podemos preguntar de cosas adicionales mientras vamos realizando el examen físico. Por ejemplo, podemos comenzar revisando la cabeza, los ojos, movimientos oculares, recordar que en la cabeza está el cerebro y preguntar cosas relacionadas a funciones superiores del sistema nervioso, ir bajando a la nariz, la boca y continuar descendiendo sin olvidarnos de evaluar extremidades o la espalda. Si encontramos alguna cicatriz podemos preguntar sobre la cicatriz y cómo se la hizo.

Experiencia personal

Sé que en varios lugares piden que las historias clínicas sean realizadas a mano, creo que realizarlas a mano tiene algunos inconvenientes y que se pueden realizar mejor las historias cuando se realizan a computadora, pero ese es otro tema. De todas formas en ambos es importante mantener el orden, obtener la información de forma sistemática y completa, y registrarla de una forma legible que pueda ser comprendida por otras personas.

Durante mi internado, la mayoría de historias clínicas que realicé fueron a computadora, debido a que las hice de este modo en las dos rotaciones con mayor volumen de historias clínicas: pediatría y medicina interna. Las realicé usando una plantilla que me pasaron cuando estaba en la rotación de pediatría y fue la misma que adapté para la rotación de medicina interna. Era una plantilla hecha a partir de la plantilla oficial de EsSalud.

Lo que hacía era llevar mi laptop a la habitación de la paciente o a algún ambiente en el que pudiera conversar con algún familiar del paciente y obtener información de la anamnesis realizando preguntas guiado por la plantilla de mi historia clínica. Cuando terminaba la anamnesis realizaba el examen físico de forma sistemática anotando hallazgos en un trozo de papel que tenía al lado. Cuando terminaba de realizar el examen físico usaba el papel con la información recogida para agregarla a mi historia clínica en la computadora. Al terminar daba una revisión general, imprimía la historia clínica y la firmaba.

En el siguiente link pueden encontrar estas plantillas para diferentes especialidades (ginecología y obstetricia, medicina interna, y pediatría):

Plantillas de historias clínicas – Google Drive

Algo importante a tener en cuenta es que al usar alguna plantilla puede existir el riesgo de olvidar borrar algunas cosas y colocar información que no corresponde a nuestro paciente, por este motivo es importante mantener el orden al momento de registrar la información.

Nota: lavado de manos

Algo que no debemos descuidar es el lavado de manos. Cuando hacemos historias clínicas y en la evaluación continua de los pacientes estamos en contacto con microorganismos y otros contaminantes que pueden afectar nuestra salud, por lo que no debemos olvidarnos del lavado de manos. Se recomienda lavarse las manos constantemente, en las siguientes situaciones:

Es casi seguro que en el lugar donde estén tengan acceso a agua potable y jabón, clorhexidina o algo para lavarse las manos con agua. Sin embargo, el lavado de manos con agua y jabón puede ser tedioso y tardar mucho tiempo en algunas situaciones, como cuando debemos hacerlo en durante la visita médica o cuando necesitamos hacer muchas cosas en poco tiempo. En estas situaciones resulta más práctico el uso de alcohol en gel o algún desinfectante basado en alcohol que podemos llevar en el bolsillo y usarlo en todo momento. El siguiente video habla un poco sobre el tema, lo comparto porque lo considero importante (pueden verlo terminando de leer el post):

¡Mantengan sus manos limpias!

Conociendo a los pacientes

Cuando nos tomamos el tiempo para realizar una historia clínica completa habitualmente también aprendemos algunas cosas sobre el paciente que quedan registradas en nuestra memoria, pero a veces nuestra memoria es imperfecta, a veces la historia clínica estuvo a cargo de alguien más o a veces son pacientes que llegan de algún otro servicio o tenemos poco tiempo para conocerlo.

“Conocer” a los pacientes es algo considerado como básico para todos, incluyendo internos, residentes y asistentes (médicos tratantes). Para mí, es algo que me costó bastante, recordar datos de personas es algo que no me ha resultado muy natural, así que he tenido que probar diferentes métodos. En mi última rotación, medicina interna, fue donde aprendí más al respecto, recuerdo que una vez a la semana había lo que se llamaban “Rounds” y el interno (en mi piso éramos dos y nos turnábamos) debía presentar a los pacientes del servicio delante de todos los doctores del piso. Recuerdo que las primeras veces se me hacía un mundo presentar a los pacientes porque no los conocía del todo y menos recordaba algunos datos importantes, pero poco a poco comencé a agarrarle un poco el truco, aunque estoy seguro que tengo muchísimas cosas por aprender y también necesito consejos respecto a esto.

De lo que rescato de las cosas que aprendí es, primero, conocer al paciente de forma general. Comenzar por lo general: por qué ha llegado, cuál es el diagnóstico principal, cuál es su plan, por qué sigue en el hospital. A veces uno intenta aprender al paciente desde cosas específicas, como su último valor de hemoglobina o la fecha en la que llegó a emergencias y eso hace que sea un poco más difícil entenderlo de forma global. A veces datos específicos son importantes, pero debemos entenderlos en el contexto general del paciente y es lo primero que debemos saber.

Considero que registrar la información en algún cuaderno o en nuestro celular no está mal si no recordamos los datos de todos los pacientes, a veces solo necesitamos un empujón pequeño para recordar las cosas. Lo que me servía a mí era anotar para los pacientes su edad, los diagnósticos y la apreciación.

También, en algún momento recibí el consejo que es importante centrarnos en lo más importante, que a veces hay pacientes con patología compleja y que tienen una gran cantidad de diagnósticos al mismo tiempo, pero que debemos centrar nuestra atención a los diagnósticos más importantes.

Nuestra memoria es frágil (o al menos la mía) y es altamente probable que no recordemos algunas cosas. Entonces, si vamos a olvidarnos de algo, que sea de algo no tan importante.

Visita médica

Si bien conocer a los pacientes es útil en muchas situaciones, como cuando vamos a pedir apoyo de algún especialista en otra área o cuando vamos a pedir algún favor para ayudar a nuestro paciente, un momento en el cual es central es en la visita médica.

En la visita médica algún médico tratante o un grupo de médicos llamados “asistentes” son los encargados habitualmente de dirigir la visita médica. El estilo de la visita médica y las cosas que se exigían varían mucho dependiendo de la institución y la especialidad. Desde mi experiencia personal puedo mencionar los siguientes estilos:

  • Cirugía: las evoluciones estaban completas e impresas antes de la visita médica, durante la visita se presentaba al médico tratante la información más importante del paciente de forma breve mientras se iban a revisar a los pacientes uno por uno y se tomaban decisiones respecto al plan al pie de la cama del paciente.
  • Obstetricia: similar a cirugía, pero las evoluciones se realizaban después de la visita médica en compañía de los médicos tratantes.
  • Pediatría: se avanzaban las evoluciones antes de la visita médica, pero estas se completaban durante la visita, mientras se presentaba al paciente teniendo acceso a la evolución. Durante la visita médica, al revisar a cada paciente, se iban modificando detalles de la evolución sobre la marcha.
  • Medicina interna: se discutían los casos primero antes de ver a los pacientes, con mayor énfasis en los más importantes. Se mencionaban resultados de exámenes, cambios en el estado del paciente, opiniones sobre opciones terapéuticas posibles. Posteriormente, se inicia la visita médica revisando a cada paciente y cambiando algunas de las cosas discutidas anteriormente sobre la marcha. El registro de las evoluciones se hace después de haber terminado la visita médica. Nota: habitualmente estas visitas son más largas.

Presentando pacientes

Así como la estructura de la visita médica y las cosas que se exigían en esta era diferente dependiendo del contexto, también la exigencia y responsabilidad de la presentación de los pacientes variaba. En algunos lugares la presentación de pacientes estaba a cargo de residentes netamente, en otros era función del interno netamente, en otros no se presentaban a los pacientes porque los médicos tratantes ya los conocían. También, algunos tenían la idea de que los pacientes debían saberse de memoria, sin ayuda de algún dispositivo o papel (por suerte eran pocos), otros no tenían problemas con pasar la visita con laptops o dispositivos electrónicos para consultar información.

Estrategias

Respecto a esto durante el internado usamos diferentes estrategias para registrar la información de los pacientes. Habitualmente, cuando teníamos varios pacientes a nuestro cargo, como en especialidades como cirugía, obstetricia y medicina interna ayudaba usar alguna base de datos como tablas en Excel o en Google Spreadsheets o tablas en Google Docs. Otra cosa que podía ayudar era copiar cosas en formato de texto plano, como evoluciones, en Google Docs. Cada estrategia tiene pros y contras y es cuestión de probar cuál funciona mejor. Personalmente, al final le agarré más gusto a registrar información en formato de texto en Google Docs y separar la información de los pacientes con encabezados para cada paciente, usaba la opción de no tener una página y para encontrar rápidamente la información de un paciente determinado simplemente buscaba en el índice generado automáticamente a partir de los encabezados. Tenía la opción de poder acceder al documento incluso sin estar conectado a internet y lo usaba durante la visita para presentar pacientes usando mi celular o también durante los “Rounds” de medicina interna. Algo como lo mostrado en la imagen.

Sin embargo, cuando trabaja en grupo con otros internos habitualmente usábamos tablas, por ejemplo, para obstetricia usábamos una tabla en Google Docs en la que cada fila era un paciente y en cada columna registrábamos información. En la siguiente tabla se muestran las columnas.

En la primera columna también agregábamos cosas como el número de cama, el DNI, la edad, la fecha de última actualización de la información.

Otra opción es usar tablas en Google Spreadsheets, algo que solíamos hacer en cirugía y tiene algunas ventajas también, por ejemplo, con una función que compare la fecha de hoy con la fecha de la cirugía se podía obtener de forma automatizada el día postoperatorio, eso hacíamos en cirugía.

Mantenernos “al día” con los pacientes

Estas estrategias previamente mencionadas son solamente herramientas que nos ayudan a acceder a la información con facilidad, pero la información registrada va a tener que ser llenada por nosotros mismos, ya sea individualmente nosotros si somos los únicos a cargo o si es llenada en equipo. En la siguiente sección mencionaré sobre cómo recoger esta información, como cambios en el examen físico, resultados de exámenes, entre otras cosas de nuestros pacientes.

“Evoluciones”

Las llamadas evoluciones, notas clínicas o notas de progreso son la forma en la que se registra la información del estado de los pacientes. Habitualmente se realizan una vez cada día, aunque esto va a depender de la institución, de la especialidad e incluso el área en donde estés. También, dependiendo del lugar en donde te encuentres realizando el internado, puede que no tengas la responsabilidad de realizar estas evoluciones, pero de todas formas es importante entender su estructura porque es la forma en la que se registra la información del paciente durante su hospitalización.

SOAP

Estas evoluciones suelen tener la siguiente estructura (a veces con partes adicionales o con partes más resumidas, dependiendo de la especialidad):

  • Subjetivo: información subjetiva que nos brinda el paciente (y también información que nos es reportada de forma subjetiva). Ejemplos: dolor reportado por el paciente, movimientos reportados por el familiar no filmados.
  • Objetivo: información que podemos objetivar nosotros mismos o que queda registrada de forma objetiva. Ejemplos: hallazgos en el examen físico, resultados de pruebas diagnósticas.
  • Apreciación: interpretación clínica basada en la información que se tiene. Puede ser un resumen sucinto de la historia de enfermedad del paciente con la información más relevante, la situación actual y su pronóstico.
  • Plan: plan de manejo.

Hay que tener presente estas partes. Igual es algo muy repetitivo y a lo que finalmente nos vamos a acostumbrar. Además, cada especialidad (y me imagino que cada establecimiento de salud) tiene su propia forma de realizar estas notas. Algunos incluyen en las evoluciones el balance hídrico, otros no, algunos realizan apreciaciones extensas, mientras que otros solo las realizan en una línea. Los detalles van a depender del lugar en donde se encuentren.

Obteniendo la información necesaria

El primer paso para realizar buenas evoluciones es obtener información de los pacientes de forma adecuada. Principalmente vamos a tener que recoger información subjetiva y objetiva.

Para obtener información subjetiva vamos a preguntar. Usualmente los que nos van a brindar mayor información son (1) el propio paciente, (2) algún familiar del paciente que esté cuidándolo (especialmente si nuestro paciente es un niño, bebé o no puede comunicarse adecuadamente) y (3) nuestros compañeros de enfermería o técnicos de enfermería (o estudiantes). Típicamente vamos a preguntar si el paciente tiene alguna molestia, si ha presentado fiebre, si tolera la dieta, si elimina gases, si realiza deposiciones, si está orinando.

Para obtener información objetiva vamos a tener que comprobar la información por nosotros mismos, esto incluye examinar el cuerpo del paciente, tomar funciones vitales, revisar datos registrados por enfermería sobre la temperatura, revisar los resultados de exámenes de laboratorio o de imagen.

Lo más probable es que un inicio hagamos las cosas lento, pero conforme vamos practicando vamos aprendiendo a obtener esta información con mayor eficiencia. También podemos trabajar en equipo para obtenerla, pudiendo dividirnos el trabajo de diferentes maneras, como distribuyendo los pacientes o distribuyendo las tareas (uno que se encargue de preguntar, otro que revise resultados de exámenes de laboratorio e imagen, otro que revise el registro de funciones vitales).

Como mencioné en la anterior sección, esta información obtenida la podemos registrar en alguna herramienta como en texto o en tablas en Google Docs, Google Spreadsheets u otro método.

Durante la visita médica

Otra información clave que debemos obtener es la que se genera durante la visita médica, principalmente las indicaciones de los asistentes (médicos tratantes). Durante la visita médica se toman decisiones como realizar alguna prueba, solicitar evaluación por algún especialista, transferir al paciente, programarlo para una cirugía, etc. Es fundamental prestar atención y anotar esto para no olvidarnos de registrarlo luego en las evoluciones y realizarlo.

Registrando la información

Luego de haber obtenido la información y usarla para tomar decisiones respecto al manejo del paciente es importante registrarla. En mi internado el registro era a través de un sistema que podía ser accedido mediante dispositivos electrónicos conectados a la red Wi-Fi interna del hospital. Habitualmente subíamos las evoluciones al sistema utilizando laptops o computadoras en el hospital. Para ahorrar tiempo era habitual usar técnicas como iniciar nuestra evolución utilizando una plantilla del día anterior, copiando y pegando información del sistema.

En el registro de información debe evitarse cometer errores, debido a que esta información es incorporada de forma permanente en los datos del paciente en el sistema y es luego usada para obtener información del paciente por otros médicos tratantes o incluso nosotros mismos en el futuro. También, es importante ser claros en las cosas que colocamos y evitar cosas que no son relevantes y que confunden más que aportar información.

Para reducir nuestros errores es importante tener orden, el método a seguir ya depende de cada uno. Habitualmente se realizan las evoluciones paciente por paciente y concentrándonos en el paciente de principio a fin, teniendo cuidado de revisar toda la evolución, actualizándola con la información actual, eliminando información innecesaria, cambiando la apreciación y el plan de acuerdo a la situación.

Otros consejos

Lo mencionado anteriormente creo que sería lo más básico entre las funciones de un interno. Lógicamente en el día a día surgen cosas por hacer todo el tiempo. Por ejemplo, si un paciente tiene alguna complicación la cosa se desordena bastante, a veces tendremos que ayudar a traer algún equipo o brindar soporte ventilatorio apretando una bolsa autoinflable, entre otras cosas.

Las funciones que podamos tener son variables y es necesario que nos adaptemos a diferentes situaciones específicas. Antes de terminar este post quiero mencionar unas pocas cosas más.

Procedimientos

Durante el internado es probable que tengamos la oportunidad de realizar algunos procedimientos, desde algunos simples (ej. obtención de muestra de sangre arterial), hasta otros un poco más complejos (ej. colocación de catéter venoso central). Por este motivo es de utilidad conocer de antemano los fundamentos de estos procedimientos.

Personalmente recomiendo los videos de NEJM sobre esto, aquí dejo el link de la página web oficial. Muchos de estos videos están disponibles en YouTube y el transcrito puede conseguirse también como si se tratara de un artículo.

Videos In Clinical Medicine: The New England Journal of Medicine

Pidiendo favores

Como interno en algunas ocasiones mi función era pedir favores, para poder adelantar una tomografía programada, para que radiología me informe una imagen al momento, o alguna otra situación por el estilo. Sé que mis compañeros tenían sus propios métodos de conseguir las cosas, en lo personal simplemente me gustaba explicar la situación de tal manera de que la persona que me ayude sienta que no lo hace por mí sino por el paciente. Conversar ayuda mucho y es importante aprender a conversar con la gente para poder ayudar a nuestros pacientes.

Preguntas que no sabemos cómo responder

Es posible que nos encontremos en la situación en la que nos pregunten cosas que no sepamos. Por ejemplo, algún paciente que quiere saber su nivel de hemoglobina o un doctor en la visita médica que nos pregunte algún antecedente que no sepamos. La forma en la que personalmente abordo estas situaciones es no mentir cuando se trata de cosas que tengan impacto en el manejo del paciente, como mentir algún examen de laboratorio o algún antecedente. A veces duele un poco en el orgullo decir “No sé”, pero es una palabra que me fui acostumbrando a decir y que considero mejor que decir alguna mentira.

Sin embargo, a veces se realizan preguntas de conocimiento. Por ejemplo, si me preguntan la probabilidad de tener una ruptura uterina durante un parto vaginal en una mujer con antecedente de haber tenido una cesárea. En estos casos considero benigno realizar una conjetura razonable que pueda aproximarse a la respuesta aún no la conozcamos, de todas formas aprenderemos cuando nos corrijan.

Trabajo en equipo

El trabajo en equipo es importante y a veces es cuestión de hablar y compartir nuestras ideas. A veces parece que no sabemos lo que estamos haciendo, pero en el mundo la mayoría de personas no sabemos lo que estamos haciendo. Conversando podemos llegar a acuerdos, podemos distribuirnos roles y podemos mejorar nuestra eficiencia en el trabajo, que es algo que queremos todos. En realidad, todos queremos lo mismo, así que debemos partir por ahí cuando interactuemos con los demás. Todos queremos que los pacientes estén bien manejados, todos queremos que el trabajo sea eficiente y podamos irnos tranquilos temprano del hospital sabiendo que hicimos un buen trabajo. Todos estamos del mismo lado.

El tema de cómo trabajar en equipo va más allá del alcance de este post y la verdad es algo que en lo personal me cuesta bastante, pero reconozco su importancia y creo que no debemos dejar el trabajo en equipo de lado.

El último eslabón en la cadena

Como interno es común encontrarse en la situación en la que nos mandan a hacer cosas que sentimos que escapan de nuestra función, incluso cosas que no tienen mucha relación con la labor médica. Esto va desde cosas como transportar a pacientes de un lugar a otro (labor que usualmente queda a cargo de técnicos de enfermería u otro tipo de personal) hasta cosas como ir a comprar bocaditos para una actividad en el servicio. En algunas situaciones resulta difícil marcar el límite entre cosas que facilitan el trabajo a hacer cosas que no corresponden a nuestras funciones como internos.

En lo personal creo que es importante determinar los motivos por los que nos hacen algunas cosas. A veces hay cosas que escapan a nuestras funciones típicas, pero son realmente importantes. Por ejemplo, llevar a un paciente para que le realicen un examen o procedimiento que no fue programado de forma regular porque se trata de una emergencia. Sin embargo, es cierto que a veces hay cosas que no forman parte de nuestras funciones típicas, en las que sacrificaríamos tiempo de estar haciendo otras cosas relevantes y que no son de importancia.

Creo que la mayoría de cosas se pueden solucionar conversando, manifestando lo que sentimos y también intentando comprender a la otra parte. A veces tenemos la razón, pero a veces no la tenemos, es cuestión de conversar y de aprender. Hay momentos en los que nos toca hacer cosas que no queremos o que consideramos que “no están a nuestra altura”, podemos conversar para explicar nuestro punto, pero si de todas formas nos vemos forzados a hacerlas, toca hacerlas con cariño.

Recuerdo que jocosamente un paciente solía decirme mientras le realizaba curaciones de una úlcera por presión en región sacra profunda que tenía (nota: era uno de mis pacientes favoritos y nos llevábamos muy bien, me hacía reír bastante):

“¿Y cómo te sientes? Haber estudiado 7 años para terminar limpiándome el culo”.

Y otro paciente me decía:

“Para llegar lejos hay que hacer las cosas bien en el lugar donde te toca. Si hoy te toca tomar la presión arterial, tómala bien, hazlo con cariño. Si mañana te toca operar, hazlo bien, con cariño. No se trata de que tu labor sea importante o no, ser bueno se trata de hacer tu deber de la mejor forma que puedas.”

Llevo conmigo esas palabras. A veces en la vida hay que hacer cosas que no nos gustan mucho, pero hay que hacerlas bien de todos modos, siempre y cuanto no contradigan nuestros ideales.

Aprendiendo y buscando ayuda

Como palabras finales quiero mencionar que el internado es un periodo lleno de aprendizaje. Es normal que nos sintamos mal en algunos momentos y que somos malos en esto de la medicina. Cada persona hace las cosas a su propio ritmo, hay algunos que aprenden las cosas más rápido, que tienen más experiencia, que tienen más seguridad, que son más inteligentes, esto no es para sentirnos mal, estamos todos en el mismo equipo. No tengamos miedo de pedir consejos y de pedir ayuda cuando la necesitamos. Sé que algunos han experimentado maltrato, acoso y otros problemas durante el internado. Creo que es importante no quedarnos callados y ayudarnos entre nosotros.

El internado suele ser pesado en algunos momentos y es una etapa que puede ser difícil para algunos. Sin embargo, el internado no tiene por qué ser un periodo de sufrimiento. Como todo en la vida, siempre encontraremos momentos felices, formaremos amistades y guardaremos memorias que estarán con nosotros siempre.

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