
Mayo 2025
Mi primer mes luego del SERUMS. Las cosas han cambiado rápido en poco tiempo. Este mes de mayo estuvo lleno de cambios y expectativas. Este mes probé muchas cosas nuevas y compartí momentos interesantes, sentí que fue un mes muy largo, quizá por la cantidad de actividades que realicé y eventos a los que asistí.
Culminando mi SERUMS
Viaje a Ubinas
El mes lo inicié en Salinas Moche, el día anterior habíamos tenido una despedida con mis compañeras. El primero de mayo amaneció nevando, dicen que ese día del año siempre cae nieve por allá, y este no fue la excepción. El sentimiento era raro, sin duda que estaba contento de terminar, pero se sentía extraño iniciar una nueva etapa tan incierta, se acabo la excusa de encontrarme completando algo inevitable. Ahora realmente tendría que valerme por mí mismo y luchar por conseguir aquello que considero importante.
Ya tenía todo listo el día anterior, tomé el bus de la mañana con dirección a Ubinas. Estuve despierto durante el camino y pensando, recordando las últimas veces que pasé por ahí. Recuerdo pasar por la tumba del señor Narciso, a un lado de la carretera, era una tumba de tantas, pero conocía su historia. Reflexioné en tantas cosas en las que había participado este último año y que ahora son parte de la historia, de mi historia.
Llegué a Ubinas, me sentía más un turista que como médico. El plan era solamente hacer firmar mis papeles y los de algunos compañeros que me los dejaron como encargo. Terminé relativamente rápido, fue más sencillo de lo que esperaba, ahora tenía el resto del día para encontrar a alguien que me regresara a Salinas Moche o, mejor, que me llevara a Arequipa. Intenté esperar a algún carro que bajara, pero la lluvia me hizo regresar a buscar refugio en el centro de salud de Ubinas.
Pasó la lluvia, mi amigo Santiago, psicólogo, me invitó a su casa. Estuvimos un rato ahí, me invitó choclo con queso, hablamos un rato sobre el SERUMS y de lo que nos esperaba luego. Nos aburrimos rápido, así que surgió la idea de bajar a Tonohaya, un anexo relativamente cerca que estaba de fiesta. Fuimos con la doctora María a pasear un rato, fuimos caminando al estadio desde donde se veía Tonohaya, ahí bajando el cerro. Se notaba que estaba un poco lejos, pero el aburrimiento era grande y el sonido de los bombos y las trompetas nos llamaba. Fue así que decidimos bajar, el plan era ir caminando, pero un camión nos ofreció darnos una mano.
Curvas y más curvas, la ruta me angustiaba un poco, pensaba en los serumistas de Huatagua y Matalaque que pasaban por esa ruta cada vez que comenzaban sus días de trabajo. Llegamos a Tonohaya, un lugar en el borde del río. Decían que querían celebrar bien, porque quizá dentro de pocos años el pueblo termine sumergido por la erosión causada por el agua.
Tonohaya generaba en mí una sensación mágica, un pueblo pequeño de calles estrechas y desordenadas, con una inclinación muy pronunciada. Parecía que las casas se pegaban al cerro, asustadas, para no resbalarse y caer al río. Extrañamente, era un lugar que se sentía acogedor, como si esperara nuestra visita. Ni bien llegamos nos dieron comida sin preguntar o cobrarnos nada, luego sonó la música de la banda y bailamos juntos y felices al ritmo de los tambores y las trompetas. Me sentí libre de hacer lo que quiera, sabiendo que nadie me conoce ahí y que probablemente nunca más me vea.
Bailamos, comimos y bebimos hasta que se hizo de noche. Para ese punto ya era evidente que no regresaría a Arequipa ese mismo día. Salimos del lugar, todo estaba oscuro, no había forma de regresar en carro, no había ninguno dispuesto a irse tan temprano. Nosotros debíamos irnos sin esperar más, la jefa Haydee me había llamado, estaba organizando una pequeña cena, la última cena.
En vista de que no había carros disponibles, decidimos regresar caminando. No se veía nada, nuestros celulares no tenían batería con la excepción de uno, así que comenzamos a caminar en la oscuridad iluminados por una sola linterna. Cruzamos ríos a oscuras, saltando rocas, atrapamos sapos, contemplamos estrellas, conversamos, nos ensuciamos y sudamos. Nos habremos demorado algo de una hora, pero llegamos. Conversamos un rato y luego de unos minutos fuimos a encontrarnos en una tienda para compartir la cena que nos esperaba, la jefa de la microrred había organizado una despedida para los serumistas del centro de salud que se iban y yo estaba de colado.
Comimos, bebimos, bailamos. Se nos unieron unos ingenieros que también estaban con ganas de celebrar algo, tenían una excusa también por ser el día del trabajo. Disfrutamos mucho, reímos, cantamos. Finalmente, me ganó el sueño y, quizá por mi culpa, nos retiramos. Eran la una o las dos de la mañana cuando fui a acostarme, me prestaron un cuarto en el que pude dormir tranquilo. Me levanté temprano al día siguiente, el bus salía en la mañana, ya no tenía pendientes y las cosas vividas en Ubinas fueron más suficientes para llevarme un recuerdo bonito.
Al día siguiente me fui rápido, tomé el bus y me encontré con Hilary, con quien conversamos durante el trayecto a Salinas Moche. Fue ahí donde me encontré con mis padres y mi abuela paterna, quienes fueron a hacer un poco de turismo y de paso recogerme, subimos mis pocas cosas al carro y nos fuimos.
Viaje a Moquegua
Tenía ya todos mis papeles listos, ahora debía dejarlos en Moquegua, nos dijeron que vayamos a partir del día 5 de mayo, así que decidí ir ese día. Viajé solo, pero sabía que me encontraría allá con alguien. Me encontré con varios amigos, incluyendo a Santiago y varios otros de la microrred. Me encontré también con varios otros que iniciaban recién el SERUMS, como Rayú, Liz, Sebastián y Karol.
Demoró más de lo que pensaba, imaginaba terminar todo por la mañana, pero la encargada nos dijo que estaba ocupada con los Serumistas entrantes y que regrese por la tarde. Fue así que me fui a almorzar con mis compañeros de la microrred y nos encontramos nuevamente con la jefa Haydeé. Terminamos de comer, ellos se fueron a pasear porque ya habían terminado de entregar sus papeles y yo regresé a la hora indicada para dejar los míos. Entregarlos fue rápido y Roberto, quien estaba en una situación similar a la mía, se ofreció a llevarme a Arequipa. Eso significaba que teníamos más tiempo, así que decidimos ir con Roberto, Olenka y Rayú a brindar un rato. Fuimos al lugar de siempre, esa azotea de comida mejicana con vista a la plaza, la misma a la que fuimos cuando comenzamos el SERUMS un año atrás. En mi experiencia como extranjero, se siente bien tener esos sitios a los que cuales llegar en una ciudad extraña. Compartimos algunas copas, nos despedimos de Rayú y nos dispusimos a regresar a Arequipa. Por fin, después de tanto, se sentía una atmósfera festiva.
Pasó algo de una semana y nos dieron la noticia de que la resolución de término de SERUMS ya había sido aprobada, así que pedí el favor de que puedan recogerla. Dejé una carta poder y en unos días ya tuve mi resolución en mis manos. Así, de pronto, otro capítulo había terminado.
Metas
Entonces, terminó el empleo, terminó el sueldo y comenzaron nuevos retos que se sentían, y se siguen sintiendo, más difíciles. Los últimos días de mi SERUMS esperaba con ansias terminar para poder realizar tantas cosas que tenía en mente. Quizá me sobrestimé al pensar que podía hacer tantas cosas al dejar de trabajar, pero no fui capaz de materializar lo que tenía pensado.
Quería dar prioridad a lo siguiente:
- Conseguir otra rotación en Estados Unidos.
- Iniciar varios proyectos de investigación.
- Estudiar para el USMLE Step 3.
- Subir contenido a YouTube y TikTok de forma constante.
- Ponerme en forma y hacer más deporte.
- Socializar más.
Quizá debí centrarme en menos cosas, porque debo confesar un poco avergonzado que no he logrado avanzar en nada de eso como tenía pensado.
Residentado
Siento que el camino más natural para mí ahora es realizar el residentado. A veces incluso me entran dudas y me cuestiono si realmente es lo mejor para mí y no lo tengo claro. Pero siento que me corresponde asumir los deseos que tuve en el pasado y culminar apropiadamente todo lo avanzado.
Por el momento el plan es conseguir una especialidad en Estados Unidos, pero estoy encontrando muchas dificultades. Obvio que eso no está mal, la vida no tiene por qué ser fácil. Sin embargo, a veces pierdo la fe, estos días han estado llenos de altibajos. He pedido muchos consejos y todos se contradicen, algunos me dicen que haga el intento de dar el examen del residentado en Perú y ver qué pasa, otros me dicen que no pierda el tiempo, que trabaje duro y que piense en planes alternativos luego.
Al final, decidí no dar ese examen, pero se me hace extraño y siento que si las cosas no salen bien, me sentiré mal por haber “perdido” uno o más años. Aunque, supongo que es mejor vivir así que arrepintiéndome por no haberlo intentado como corresponde.
Son decisiones difíciles, pero por primera vez siento que realmente estoy dejando de seguir la corriente y comenzando a dirigir mi vida.
Dinero, trabajo y tiempo
Tiempo y dinero, actualmente esas son las variables que más me importan. Siento que son las limitantes que necesito trabajar para determinar mi rumbo y hasta dónde puedo llegar. Claro que estoy limitado por mi inteligencia y tantas otras cosas, pero no las puedo cambiar y debo vivir con eso. En cambio, si me organizo y priorizo mi esfuerzo, quizá pueda llegar un poco más allá.
Por primera vez siento el estrés de sentir que quizá el dinero no alcance, no es que tenga poco, he ahorrado mucho, es solo que las cosas que tengo que hacer son muy grandes. Ya he pagado mi viaje, dos meses en Estados Unidos, pero el dinero es mío y es doloroso pensar en lo mucho que me costaría recuperar todo lo invertido.
Me da la impresión de que solo tengo un tiro y no quiero perderlo: “I am not throwin’ away my shot” (contexto luego). Toda mi vida he vivido sin mucha presión económica, solo era cuestión de portarme bien, ganar medallas y sacar buenas notas. Siempre sabía que si quería algo solo tenía que pedirlo. Ahora no es así, y siento que la presión comienza a afectarme.
Trabajando como médico
Me programé algunos turnos en una empresa de urgencias y emergencias, llegué por recomendación de Richard. No trabajo ni gano mucho al mes, pero lo suficiente para mantener mi barata vida. Hay momentos en los que me gusta el trabajo, momentos en los que no. Me gusta sentir que puedo aplicar mis conocimientos en diversas situaciones, me siento útil de alguna manera. Hace unos días hice una atención completamente en inglés a una turista y sentí bien conmigo mismo. Pero, a veces, siento que cambio mi tiempo por dinero y se siente extraño, como dar un pedazo de vida por un salario. Un día de tantos, también me llegó una idea extraña que intento eliminar de mí para que no me invada, la idea de no estar ayudando lo suficiente con el tiempo que tengo. Es una idea peligrosa, porque es algo que tendré que enfrentar constantemente en mi labor como médico, salvo tome una ruta distinta, salvo realice algo radicalmente diferente, como dedicarme a la docencia o investigación netamente o si me dedico enteramente a la salud pública. No son malas opciones, pero aún se ven algo lejanas.
Tengo pensado trabajar unos cinco turnos más este mes de junio y luego centrarme en otras cosas. Ya avisé mi plan con tiempo, para no afectar a mi grupo de trabajo.
Contenido
Debe haber alguna otra manera de ganar dinero, sin que sea vendiendo mi tiempo. Pensaba que a través del internet se puede hacer esto de múltiples maneras. Recuerdo haber conversado con mi primo Fabián y con Richard en una reunión por mi cumpleaños sobre conseguir atención y monetizarla.
Me interesa la idea, pero es algo que me ha costado. No tengo muy desarrollado el sentido de qué es lo que la gente quiere, usualmente lo que tiene más éxito en vistas o interacciones me resulta extraño. A veces intento seguir lo que me gusta a mí, pero no termina resultando. Me pasó con mi último video, no ha tenido muchas reproducciones ni muchas reacciones, pero es el que más me ha costado y es el que más me ha gustado.
Supongo que, al no poder predecir bien el comportamiento de la gente, es mejor mantenerse subiendo contenido que encuentro interesante de forma constante, intentando innovar y no “estancarse”. No es que me falten ideas, es más bien lo contrario, hay tantas opciones y no sé cuál sería la más atractiva.
De todas maneras todo requiere tiempo y este mes me ha resultado muy difícil darle tiempo a mi parte creativa.
Manejo de tiempo
La lucha más grande este mes ha sido contra el tiempo. Realmente el problema más grande para mí ahora es que siento que no estoy aprovechando bien el tiempo que tengo. Procrastino mucho, me distraigo mucho, postergo cosas importantes y termino dándole prioridad a cosas que no lo son tanto. Estoy desorganizado y eso hace que no pueda cumplir con las metas a corto plazo que tengo propuestas. Incluso lo más mínimo me cuesta.
He intentado muchas maneras, utilizar Todoist, tener un horario, escribir en una hoja en blanco las actividades pendientes, registrar el tiempo utilizado en las actividades realizadas durante el día (ej. usando alguna app como aTimeLogger). Hasta ahora no he tenido mucho éxito y siento que me falta fuerza de voluntad y disciplina, siento a veces que tengo adicción a algunas redes sociales (como YouTube) que no puedo sacármela de encima.
Por ahora, mejorar eso será mi prioridad para este mes de junio. Tengo algunas ideas más por probar, como tener algún compañero de estudio o simplemente obligarme a moverme a otros lugares para estudiar con menos distracciones. Espero que la semana siguiente, cuando escriba un post como este, los resultados sean diferentes.
Amor
Un punto sobre el que quiero escribir, entre tantos, es el tema relacionado a animarme a salir con alguien. Hace mucho que no lo hacía, e incluso comencé a sentirme raro al respecto (revisar el post “Amor en mi adultez” para más contexto). Aún pienso sobre eso y es un tema en el que me siento muy inexperto. No tengo una opinión sólida sobre el tema, simplemente siento que el amor de pareja es raro y me cuesta.
Arte
En una salida terminamos conversamos del arte. ¿Sabes? Antes sentía que mi componente artístico era más relevante. No es que haya sido nunca un gran artista, pero al menos le daba algún tiempo y formaba parte de lo que era. Tocaba instrumentos, como la flauta, la guitarra o el teclado, solía cantar, practicaba marinera, estaba en un elenco de teatro. Ahora ya todo eso está en segundo plano. A veces escribo, pero tampoco le dedico mucho tiempo. Discuto conmigo mismo en la importancia que tiene realmente, pero ahora que estoy saliendo con alguien que valora eso, de pronto se siente más importante y comienzo a extrañar su pérdida.
Me imagino que es solo producto de inseguridades, de darle importancia a cosas solamente como medio de conectar con alguien y no como fin por sí mismo. Quizá si descubra que una persona a la que quiero acercarme le guste el deporte, de pronto le daría más valor a eso y ahora me encuentre entrenando con más exigencia y de forma constante.
Musicales
Sin embargo, independientemente de mis inseguridades o no, el hecho es que terminé escuchando algunos musicales y me gustaron mucho. Valoro en las canciones la letra y los temas, el hip-hop me gusta en gran medida por ese motivo. Por ejemplo, me gusta el álbum “good kid, m.A.A.d city” de Kendrick Lamar por ese motivo, porque cuenta una historia y resulta que los musicales justamente consisten en eso y yo andaba sin enterarme hasta ahora.
Epic
El primer musical que escuché se llama “Epic” y es bastante interesante, es una adaptación de la “Odisea” de Homero y cuenta varias de las aventuras de Odiseo en su lucha contra diferentes adversidades en su regreso a Ítaca, su casa, luego de la Guerra de Troya.
Si bien la historia se trata del viaje de regreso a casa, es incluso más importante la transformación de Odiseo y cómo pasa de ser alguien víctima de monstruos a pasar a ser el monstruo y cometer actos de moralidad cuestionable. Se puede notar un cambio antes y después de “Monster”, tema que justamente presenta ideas relacionadas a lo que significa hacer lo correcto y lo incorrecto, y si algunos actos son justificados por el fin que buscan. Se me hizo interesante eso, que se den la libertad de poder adaptar y crear una historia un tanto diferente y propia en el musical. Además, la musicalidad también me resultó agradable. En resumen: me encantó (gracias Karol).
Quizá, si tuviera que cambiar algo sería el final, algunos temas abordados me hicieron recordar la novela “El conde de Montecristo” de Alexandre Dumas. Ambas obras cuentan la historia de un hombre que emprende un viaje y que comete actos que hacen que cambie y se transforme en el camino. La transformación de Edmond Dantès en el Conde de Montecristo y la transformación de Odiseo durante su odisea. Como dice el profeta del musical “Epic” en el tema “No Longer You”: I see a man who gets to make it home alive, but it’s no longer you. Sin embargo, el final no puede ser más distinto. En “Epic”, el musical, Penelope “perdona” a Odiseo y lo acepta a pesar de los malos actos cometidos dando lugar a un final épico y romántico. Por otro lado, en “El conde de Montecristo” no sucede esto, dejando un final algo trágico, pero, en mi humilde opinión, más bello e interesante.
Dejo algunos fragmentos de la conversación de despedida de Edmond Dantès y Mercédès, en la que hablan al fin luego de tantos años separados:
[…]
—¿Pero vos, Mercédès? —¡Yo! No tengo necesidad de nada, vivo entre dos tumbas: una de Edmond Dantès, muerto hace bastante tiempo; ¡le amaba! Esta palabra no sienta bien a mi labio helado, pero mi corazón recuerda constantemente, y por nada del mundo querría borrar de él este recuerdo. La otra es la de un hombre muerto por Edmond Dantès. Aplaudo al matador, pero debo rogar por el muerto.
[…]
—¿No queréis decirme hasta la vuelta? —exclamó, tendiéndole la mano. —Sí, Edmond, os digo hasta la vuelta —replicó Mercédès, señalando hacia el cielo con ademán solemne—; esto es probaros que espero todavía.
[…]
Monte-Cristo salió entonces lentamente de la casa y tomó el camino del puerto. Pero Mercédès no le vio alejarse, aunque se hallaba ante la ventana de la habitación del padre de Dantès. Sus ojos buscaban a lo lejos el buque que llevaba a su hijo por los vastos mares. Verdad es, sin embargo, que su voz, a pesar suyo, murmuró muy quedo: —¡Edmond! ¡Edmond! ¡Edmond!
Es así que Mercédès decide vivir una vida tranquila de duelo y arrepentimiento, y Edmond, aunque todavía la quiere, continúa su camino, habiendo cambiado demasiado para volver a ser quien era. Siendo más fiel a la frase: “I see a man who gets to make it home alive, but it’s no longer you”.
Dejo por acá el video en YouTube con el musical completo:
Epic: The Fully Animated Musical (With Fun Subtitles)
Hamilton
El otro musical que escuché fue “Hamilton”, debo decir que la historia no me impactó tanto ni fue tan “épica” como “Epic”, pero musicalmente me gustó incluso más. Es más, diría que me gustó mucho como álbum de música. Los temas incluían diferentes géneros que me hacían acordar a muchos de mis artistas favoritos, como Kendrick Lamar, Joey Bada$$, Jon Batiste, Stevie Wonder, Kanye West, Cordae, Queen. Diría que este musical dio justo en el clavo en cuanto a mis gustos musicales actualmente. La verdad disfruté mucho de su música.
Justamente es de este musical, de donde saqué la frase “I am not throwin’ away my shot” (tema: “My Shot”) que mencioné anteriormente en el post.
Dejo por acá el link del musical:
Hamilton: The Musical [Full Soundtrack]
Siguientes musicales
Resulta que a mi hermano le gustan mucho los musicales también, me contó que había visto en vivo el musical “Les Misérables” hace unos meses. Tengo pendiente escucharlo y también poder disfrutar de otros musicales que estén disponibles. Espero darme el tiempo de poder hacerlo y acepto recomendaciones y sugerencias.
Teatro
Ante falta de musicales, este mes estuve asistiendo a varias funciones de teatro, gusto heredado de mi familia (por ejemplo, a mi abuelo le gusta dirigir teatro y pueden revisar el post “Obra de teatro: El virus de la corrupción” para que vean algunas de las cosas que hizo).
Así que pude asistir en compañía a las siguientes obras:
- Madre solo hay una, menos mal
- El hombre sin memoria
- Entre misterios y telones
- Recuerdos con el señor Cárdenas
Realmente me gustaron bastante, hay muchas cosas por comentar y hablar, pero creo que prefiero hacerlo conversando en persona.
Reflexiones y cosas por mejorar
En resumen, este mes fue muy especial para mí, lleno de cosas buenas y malas (de acuerdo a la perspectiva de donde se mire). Por un lado, fue un mes en el que pude probar y descubrir muchas cosas, pude compartir tiempo con personas que son importantes para mí y realizar actividades que no hacía desde hace mucho. Por otro lado, no he cumplido con mi lado productivo, no he estudiado lo que tenía previsto ni he trabajado en proyectos de investigación como tenía pensado. Tampoco es que lo haya hecho mal, sí he avanzado, pero no tanto como me hubiera gustado.
Estoy intentando varias cosas para mejorar mi productividad y reducir mis distracciones. He intentado ya muchas cosas, aún sin mucho éxito, pero solo queda continuar intentando, no puedo rendirme así simplemente. Es por eso que me estoy animando a escribir, para liberarme un poco y para registrar de forma más consciente mis avances y mis fallos. Espero también que, como efecto secundario, pueda servirle a alguien que esté en una situación parecida.
Del mismo modo, espero que me dé un tiempo para compartir algunas cosas que tengo en mente y que podrían ser interesantes. Revisaré mi avance la semana que viene y espero que en esta semana vaya “Full Speed Ahead” 🚣.
Metas
- Estudiar para el USMLE Step 3: Haber estudiado 800 preguntas del banco de preguntas.
- Proyectos de investigación: Culminar los dos artículos de pediatría, el artículo del SERUMS y trabajar en el artículo sobre VIH (terapia dual).
- Deporte: Hacer ejercicio todos los días, comenzar a correr y nadar con frecuencia.
- Intentar amar y ser sincero.
- Subir la conversación grabada con Roel, sobre su experiencia en el SERUMS.
Fotografía mía el día en el que Diego me sacó a pasear por el Club Internacional.