Me encuentro en una situación extraña, tengo mucha incertidumbre y una inseguridad sobre lo que me espera. Me encuentro próximo a terminar el SERUMS y pasan muchas cosas por mi cabeza: tendré problemas para tener mi resolución, podré aprovechar mi tiempo luego de terminar, saldré del país, qué es lo que quiero, conseguiré lo que quiero, mi vida tendrá algún impacto. Todas estas y más son preguntas que deambulan por mis pensamientos con frecuencia.

Si bien, siempre he tenido mis dudas e inseguridades, ahora se siente diferente. Quizá, parte de ir creciendo es ir abarcando menos para intentar apretar más y es así que, poco a poco, he ido dejando de lado algunas cosas o haciendo que pasen a ser secundarias para priorizar las cosas que considero más importantes. En mi caso, he dejado de lado el deporte, las parejas, la música, varios hobbies, entre otras actividades, para priorizar la parte académica, lo que ahora es mi carrera como médico.

Siento que, de alguna manera, cada vez tomo mayores riesgos al hacer esto. Antes tenía cierta excusa y consuelo al pensar que si me dedicara enteramente a estudiar, hacer deporte o alguna otra cosa, sin duda sería bueno, solo era cuestión de que me lo propusiera. Ahora no puedo decir eso, o soy bueno o no lo soy. Conforme pasa el tiempo, va quedando atrás el valor de tener potencial, importa solo lo que puedes y ya no lo que podrías. Y en este punto de mi vida siento que me encuentro en la mitad de ambas cosas, por un lado he sacrificado gran parte de mi potencial de volverme algo diferente, pero aún no estoy en una posición en la que sienta que pueda tener un impacto significativo con mi trabajo.

Sin duda que enfocarte en algo es necesario para poder destacar y destacar es necesario para tener impacto. Sin embargo, se siente a veces como poner todos los huevos en una misma canasta y eso es tomar un riesgo. A diferencia de antes, siento que ya no tengo el mismo respaldo que solía tener. Quizá sea parte de crecer y ser más independiente, pero a veces tengo miedo de ser insuficiente. Tengo miedo de no tener la suficiente inteligencia, disciplina, dinero o tiempo para lograr mis objetivos, o simplemente que las circunstancias de la vida no permitan que llegue al destino que tengo en mente. A diferencia de antes, ahora siento que estoy más solo y que ya no tengo un colchón debajo mío. Aunque sería injusto de mi parte afirmar que no tengo gente al lado que se preocupa por mí, siento que se asume que ya alcé el vuelo, que puedo valerme por mí mismo y que ya no necesito más apoyo, que se me dio lo que requería y ahora es mi turno de hacer el resto. No se si es verdad, pero siento que nunca antes he tenido tanta presión por lograr lo que tengo propuesto. Estoy apostando todas mis fichas por una parte de mí y no sé si tendré el desenlace que quiero.

Dudo, pero no es porque no confíe en mí, es que solo que no puedo controlar el resultado. Como todos, puedo solamente controlar mis deseos y mis actos, pero el desenlace está más allá de mi alcance. Alguna enfermedad, algún accidente, algún problema legal, tener que asumir alguna responsabilidad que no tenía en mente, o simplemente no tener la oportunidad de demostrar lo que valgo. Son tantas cosas que pueden salir mal que resulta difícil y quizá imprudente estar convencido de algo. Dudo y tengo miedo, porque siento que puedo quebrarme si caigo.

Es que, realmente, no sé cómo termine mi relato. No sé si termine en éxito o en fracaso, o si mi concepto de éxito cambie con el tiempo, adaptándose a mi situación de acuerdo al contexto. Si las cosas salen bien, quizá pueda contar mi historia de una forma diferente a como la cuento ahora, tal vez le diga al mundo: luchen por sus sueños y no dejen nunca de creer, arriesguen todo sin pensarlo dos veces, no duden y sigan siempre adelante. Hay tantas historias de gente exitosa que habla así, y seguro que ya las han escuchado. Pero no es tan real, ya que por cada una de esas historias hay muchísimas otras que salen mal, historias de gente que lo arriesgo todo y no obtuvo nada a cambio, de gente que lo perdió todo y prefiere vivir en el anonimato, en silencio por la vergüenza de no haberlo logrado.

Alguna vez dije que quería contar mi historia como salga, sin tapar nada. La historia de alguien en su pequeño lugar en el mundo y en el tiempo, con sus debilidades y talentos. La historia de alguien imperfecto e inseguro. Espero tener el valor de contar mi historia así, intentando contribuir con mi proceso y esperando que mi fracaso, si llega, no desanime a aquel que siga mi historia.

La vida es difícil a veces, es complicado construir el camino. Tengo miedo de lo que me espera, pero me pregunto si quizá me esté dando demasiada importancia o esté tomando la vida muy en serio. Al fin y al cabo, solo soy una persona más intentando buscarme algún sentido en este mundo ajeno.