Escribí este poema con la inspiración de la historia de Henrietta Lacks y algunas controversias que hubieron a partir del uso de sus células.
Una vez fue una célula
La que dio lugar a ella,
Un individuo colectivo
Con una sola meta:
Persistir.
Y alguna de esas células
Tuvo un error, tuvo la idea
De crecer con mayor prisa
Y, renunciando al objetivo,
Se comenzó a dividir
Sin parar y acabó con todo,
No queda nada
No hay más historia
Así termina la vida de Henrietta.
Y entonces, hubo un rescate,
De aquella célula,
De la causante del desenlace.
Robó tu vida, robó tu nombre,
Porque ya no eres tú.
Qué es lo que queda,
Quién es su dueño,
No estás aquí para decidirlo tú.
Probablemente,
No me importara,
Si no supiera
Que las células HeLa
Eran de ella,
Una persona
Como cualquiera.
Quizá,
No me importara
Si no supiera
Que en esas células
Está el bosquejo
De lo que un día
Surgió Henrietta.
Tal vez no me importaría,
Henrietta,
Si no supiera
Que alguna vez
Fuiste algo más
Que una célula.