
Primer mes en Miami
Ya se acerca el final del primer mes de la rotación. En este primer mes he podido tener buenos y malos momentos. Creo que uno tiene la tendencia a fijarse más en los malos momentos, y para mí eso significa sentir que no estoy haciendo suficiente para aprovechar todas las oportunidades que estoy teniendo. El tiempo pasa muy rápido y siento que no alcanza para realizar todas las cosas que quiero.
En este post comparto algunas cosas que han estado por mi cabeza durante estas últimas semanas. Escribí un post anterior sobre mi llegada y primeras experiencias: Viaje a Miami y primeros días.
Ciudad
No puedo decir que conozco Miami totalmente, en realidad conocer lugares nuevos no ha sido algo prioritario para mí este mes. Sin embargo, he podido conocer lugares alrededor de donde estoy viviendo y también puntos populares en la ciudad.
Respecto al lugar en donde estoy viviendo, creo que le he agarrado cierto cariño. Probablemente, por costumbre y por rutina. Ya sé dónde conseguir las cosas que necesito, como la lavandería, el supermercado, o esa tiendita cubana a donde voy a comprar fruta. También, ya se me hace familiar el camino que tomo para tomar el metro, así como las rutas de bus hacia los lugares que más frecuento. El sitio en donde estoy viviendo no tiene edificios gigantescos alrededor. En realidad, por las mañanas se escuchan cantos de gallo, y se observan pollos y gallinas por las calles y los patios. Las casas son relativamente pequeñas, es raro que tengan más de un piso. Me dijeron que es un barrio dominicano, pero no estoy seguro. Lo que sí puedo decir es que se escucha reggaetón y alguna discusión en español con un acento caribeño de forma ocasional en la casa de los vecinos. El barrio tiene sus particularidades. Por ejemplo, en una esquina suelen juntarse personas mayores a jugar dominó. Es usual que al regresar del hospital escuche el sonido de las fichas chocando contra la mesa.
Pero puedo decir que de una cuadra a otra las cosas en la ciudad cambian radicalmente. En una cuadra puedes encontrar personas durmiendo en la calle, mientras que a la siguiente ves locales muy lujosos llenos de gente vestida elegantemente. Sentí que en Wynwood ocurría esa situación. Por un lado, la identidad del lugar venía de el arte urbano, pero al mismo tiempo se sentía que solo era una fachada para atraer a personas a los restaurantes grandes y a los locales de vida nocturna. Fue una experiencia interesante.
Visité otros lugares también, como Coconut Grove, Brickell, Coral Gables, Downtown Miami. Lugares comerciales, edificios gigantes. Sin duda que son lugares bonitos, vale la pena visitarlos al menos alguna vez, pero no sentí que tuviera una identidad muy importante. Sin embargo, tuve la oportunidad de ir un sábado a Coral Gables con un amigo a ver un partido en un bar donde se reunía el club de fans del Arsenal en Miami para ver al equipo de sus sueños jugar contra el Leeds United (ganaron 5 a 0). Nunca había tenido una experiencia similar, la atmósfera fue muy especial.
Gran parte de las experiencias en la vida se tratan de con quién compartas momentos. Supongo que una ciudad grande significa que hay más gente y más lugares en los cuales compartirlos. Me imagino que aún me faltan varios lugares por conocer, pero quizá sea más razonable pensar que me falta más personas por conocer.
Recientemente pude ir a Calle 8, que es una calle en la que se celebra y vive la cultura cubana. Otra experiencia bonita que también refuerza mi idea de que más que el lugar se trata de la gente.
Hospital y medicina
En lo que va del mes he podido jugar a una “demo” de la residencia. Me he sentido algo agotado, a pesar de que mi experiencia ha sido incompleta. Estoy seguro de que muchos de mis compañeros en Perú están agotados también, y con justa razón. Solamente el proceso de aprender información de pacientes y luego presentarla puede resultar cansado. Y es lo que he estado haciendo, obteniendo información de pacientes a partir del Chart y de ellos, para luego presentar la información al attending o alguien más. Realizar esto es algo que siempre me ha costado, por lo que he aprovechado este mes para probar diferentes técnicas. Poco a poco estoy intentando escribir menos en el papel y poder recordar mejor la información en mi cabeza.
En cuanto al sistema, he podido interactuar con él mucho más. Aún me sigue sorprendiendo mucho el programa que usan para acceder y registrar la información de los pacientes. Siento que es muy conveniente y mejora la eficiencia de obtener información. Adicionalmente, he podido valorar la importancia de la comunicación entre los trabajadores de salud para el cuidado de los pacientes. Acá utilizan un sistema que se llama TigerConnect, el cual les permite realizar llamadas o mandar mensajes a los diferentes trabajadores de salud del hospital. Tiene muchas herramientas útiles, con las que uno puede ubicar a los doctores que se encuentran al cuidado de un paciente, conversar con los encargados de responder interconsultas, o simplemente realizar preguntas sobre el paciente o temas relacionados. Es como si ya tuvieras guardado en tu celular los contactos de todos los trabajadores del hospital y de esa manera conversar con attendings, fellows, residents, estudiantes, enfermeras, entre otros.
También he podido notar algunos detalles en el hospital que en un inicio no noté. Por ejemplo, no me di cuenta que en el techo había dispositivos que actúan como grúas que pueden ayudar a levantar a los pacientes y ponerlos a la cama o sacarlos de ella. Además, pacientes tienen teléfonos con los cuales pueden comunicarse con enfermería sin salir la habitación. Cada cama tiene también una televisión. En los pasillos y en las estaciones de trabajo hay pantallas con las cuales se puede ver la telemetría, esto es muy útil puesto que casi todos los pacientes están en telemetría, lo que significa que sus funciones vitales, incluyendo el electrocardiograma, están siendo monitorizados de forma continua. Hay muchas computadoras y uno puede usar prácticamente cualquiera. Hay muchos sistemas de señalización para que estés enterado de qué precauciones debes tener al momento de entrar en contacto con un paciente. Desde la puerta puedes darte cuenta si solo necesitas precauciones de contacto o si también necesitas protecciones respiratorias. También pude darme cuenta de otros innumerables detalles más pequeños, como el hecho de que casi todos los carteles tienen también una inscripción en braille debajo.
Al estar realizando consultas este mes, he caminado por prácticamente todo el complejo hospitalario de Jackson Memorial Hospital y edificios aledaños (conectados entre sí). Puedo decir que el lugar se siente laberíntico y que es difícil llegar de un extremo a otro sin perderse. Se siente un tanto caótico también. Estás caminando por un pasillo con habitaciones de pacientes, de pronto sigues caminando y te encuentras con áreas de conferencia o auditorios, sigues caminando y te cruzas con laboratorios, sigues caminando y pasas por una de las varias cafeterías, encuentras gimnasio, tiendas, oficinas administrativas, áreas destinadas a investigación. Todo sin salir del hospital.
Se siente como un lugar futurista y aún así no están satisfechos. A veces no pueden programar una cirugía en menos de una semana y deben disculparse por eso con los pacientes. Cirugías que ni están disponibles en otros países.
Asistí a una conferencia sobre Multivisceral transplant presentada por el cirujano Rodrigo Vianna. Fue algo realmente “de otro mundo”. Habló de la cirugía de trasplante y de las nuevas posibilidades que brindaba. Mencionó frases como “Where oncologic surgery ends, transplant surgery begins” o “Nothing is unresectable”. Básicamente, contó que podías reemplazar casi cualquier órgano de la cavidad abdominal o múltiples órganos al mismo tiempo. Cosas locas como un trasplante de corazón e hígado al mismo tiempo o un trasplante en una sola cirugía de hígado, estómago, páncreas e intestino. Cirugías en la que la persona terminó con dos páncreas o dos aortas y muchas otras increíbles cirugías y experiencias que hicieron que volara mi cabeza. Como último ejemplo, nos contó que un tiempo estuvo intentando contactar a Steve Jobs cuando le diagnosticaron el tumor neuroendocrino debido a que consideraba que su equipo era capaz de operar el tumor y curarlo, pero que no se pudo dar. Sin duda fue algo muy sorprendente para mí y muy estimulante también.
También puede asistir a otras actividades académicas como a una conferencia de los residentes de Internal Medicine de la Universidad de Miami. Era una actividad dentro del hospital. Me hizo recordar a las escuelitas en el hospital Rebagliati durante mi internado. Quizá había más pantallas en el lugar de la conferencia, pero la atmósfera era distinta. Diría que no se sintió tan cálida ni tan welcoming. El contenido era bastante interesante, era sobre manejo de insuficiencia respiratoria. El contenido fue bueno, pero creo que no tuvo nada que envidiar a las sesiones de escuelita que recuerdo.
Interacción social y networking
Cambiando de tema, he intentado poder interactuar socialmente más durante este mes. Sin embargo, es algo que me sigue costando. También he podido darme cuenta que dominar más profundamente el idioma es de utilidad, para ser capaz de hablar fluidamente y expresar rápidamente las ideas que quiero. Tengo mucho por mejorar y aquí tengo la oportunidad de hacerlo.
Conversando, pude darme cuenta que tener conexiones y amigos es algo muy importante para el crecimiento profesional. Por ejemplo, tener cartas de recomendación de attendings de Estados Unidos es algo muy valioso al momento de postular. Me preocupó un poco eso, debido a que no siento que la parte social sea mi punto fuerte. Pero es algo en lo que se puede mejorar y es lo que haré. Hasta ahora pedí dos cartas de recomendación, aún no ha recibido una confirmación de que las reciba, pero creo que voy por buen camino. Quizá me hubiera gustado tener más, pero por gusto pensar en el pasado, más en el que puedo aprovechar mejor las oportunidades que estoy teniendo.
Decisión difícil
Ahora que se va aproximando al final del mes también se me va complicando algunas otras cosas. Por ejemplo, los Pathways del 2026 acaban de abrirse. Lo cual significa que debo iniciar el trámite para poder tener mi ECFMG Certification, entre otras cosas necesarias para postular más adelante a alguna especialidad en Estados Unidos, en caso decida hacerlo.
Eso significa también que tengo nuevas oportunidades disponibles, como decidir si dar el USMLE Step 3 ahora. La verdad es que hay muchas cosas por hacer y es difícil estar seguro de que estoy tomando la decisión correcta. Quiero muchas cosas, pero sé que no voy a poder hacerlo todo, por lo que debo priorizar cosas y, en este momento, no tengo todo claro. Hay muchas decisiones por tomar, el tiempo pasa y tengo que tomar decisiones, inevitablemente. Incluso, no tomar ninguna decisión es un sacrificio grande. Cosas relativamente básicas, como qué especialidad seguir, son cosas que no están decididas aún. En dónde, cómo, cuándo. Son preguntas a las que no tengo respuesta. ¿Si postulo ahora a lo que quiero, lo conseguiré?, ¿sería mejor darme tiempo para realizar investigación u otras actividades?, ¿es mejor darme una pausa? No lo sé. Quizá me gustaría darme más tiempo para pensar, pero el tiempo pasa y puede jugarme en contra. Incluso el haber pasado mucho tiempo después de la graduación es algo considerado negativo en la postulación a una especialidad a Estados Unidos. Es como si el sistema te forzará a apresurarte, que probablemente lo hace.
He tenido momentos en los que me he sentido triste y perdido, creo que ahora me siento mejor después de haber pensado algunas cosas y gracias a personas que me están brindando mucho apoyo. Pero de todas maneras hay algunas cosas que hago me generan mucha inseguridad y temor. Sé que en el gran esquema de las cosas todo esto es solo un instante, pero ahora este instante lo es todo.
Comparto por aquí un poema que escribí recientemente, en relación a algunos de estos sentimientos de no sabre qué decisión tomar en algunas situaciones.
Duda y fe
No tengo mucho margen,
estoy a un almuerzo menos de estar sensible,
a una noche en vela de ponerme triste.
Mis aves de la niñez ya vuelan a la distancia
y el tropel de hacer lo que me corresponde
me sigue, escucho cerca su marcha.
Tengo en cada mano un objeto.
En la izquierda llevo un espejo
y en la derecha… un telescopio.
Cada uno me jala hacia el lado opuesto.
¿Cuánto aguantarán mis huesos
antes de dejarme roto?
¿Podrá emerger de mi cráneo partido
un ser ser superior que alcance lo que jamás podría?
¿O quedaré en el suelo tendido,
siendo nada más que un puñado de astillas?
Me rehúso a rendirme,
esta dualidad es mi penitencia,
pues son estos momentos difíciles
los que corroboran que aún tengo existencia.
Todavía hay esperanza,
sigo siendo Daniel,
mientras continúe mi lucha
entre mi duda y mi fe.
Futuro
Intentaré dar lo mejor de mí. Mi vida en este momento se siente como una novela y la verdad no sé qué es lo que va a pasar en un futuro cercano. Sé que inevitablemente voy a sufrir, y mucho. Sé que inevitablemente voy a fracasar, y mucho. No tengo duda alguna en mi mente de que voy a sentirme avergonzado de las decisiones que he tomado, que sentiré que tenga que comenzar de nuevo.
En esta última semana, la Dra. Gosain me dio un consejo. Me dijo que es importante estar presente, intentarlo. Que a veces uno puede sentir que es el peor de todos y a veces puede ser verdad. Puede que seas el peor residente o el peor interno, pero estás ahí, presentándote día a día, pasando visita, presentando pacientes. Lo has intentado y es por eso que estás aquí. Y, con solo eso, ya eres mejor que más de la mitad de las personas, los que nunca lo intentaron.
No puedo negar que a veces siento que mi vida es una historia de fracasos, de proyectos fallidos, de cosas que pensé que serían de una manera y terminaron siendo de otra. Un juego interminable de lastimar y salir lastimado. De ensayo y error.
Pero estoy aquí.